Lou Andreas-Salomé, la dama de “peligrosa” inteligencia

¿Quién es Lou Andreas-Salomé?

Recuperamos la historia de una de las mentes más brillantes de nuestro pasado reciente, pero cuya importancia se relativizó por estar rodeada de destacados personajes masculinos, entre los cuales destacaba Nietzsche, Freud o Rilke, entre otros. No es otra Lou Andreas-Salomé, una mujer que claramente se adelantó a su tiempo.

Destacada en la defensa de los derechos de la mujer dedicó su vida al ámbito intelectual reclamando la igualdad entre géneros y haciendo de sus reivindicaciones su modo de vida. Insistía en la independencia femenina en cuanto a su desarrollo intelectual y la sexualidad, algo que, aunque escandalizaba a sus contemporáneos, practicó durante toda su vida.

Salomé era caracterizada por su brillante inteligencia, racionalidad y enorme carácter, que la llevó a renegar de convencionalismos y llevar una vida libre, no sin escándalos. Pero ¿qué hizo que un personaje tan peculiar fuera borrado de la memoria histórica? A pesar de sus esfuerzos hoy pocos la recuerdan, de entonces recuperar su historia en este artículo.

Rechazo al matrimonio

De una inteligencia feroz, se cuestionó todo aquello que hacía distintos al hombre y a la mujer. Esta brillante capacidad intelectual unida a una manifiesta belleza no permitían que pasara desapercibida. Por ello, casada únicamente con su libertad, dejaba huella en cada hombre que se le acercaba. Se enamoraban de ella con facilidad y no fueron pocos los que les propusieron matrimonio. Sin embargo, ella se negaba una y otra vez, sabía que eso implicaría dejar de ser libre e independiente y Salomé quería entregar su vida por completo al saber, de casarse, en aquella época, no habría sido posible.

Su educación comenzó gracias al predicador Hendrik Gillot, que tras la muerte del padre de Lou le mostró a los clásicos y le dio clases particulares adentrándola en el mundo de la filosofía. Como le solía pasar a todos los hombres que pasaban por su vida, su maestro quedó pronto enamorado de la inteligencia de nuestra protagonista. Por ello, a pesar de tener 15 años más que ella no tardó en surgir una relación entre ambos. Ella se prometió no caer en el instinto animal que era el sexo, ni en ningún sentimiento que le acompañase. Necesitaba ser racional, huir del exceso de las emociones, para seguir centrada en su avance intelectual, y creía este era el medio. Pronto la relación se rompió, era una mujer de carácter y para un hombre de esa época casi inteligible.

Relación con Paul Rée y Friedrich Nietzsche

Tras ese primer desencuentro amoroso continuó con la extraña y fantástica relación que mantuvo con los filósofos Paul Rée y Friedrich Nietzsche. Entre los tres surgió una fortísima amistad que llenaban con charlas sobre la religión, el papel de la mujer, el conservadurismo, la libertad. El problema apareció cuando entre ellos dos se generó una lucha por el aprecio de Lou y cuando ella les propuso vivir como “camaradas”, nunca como mujer de ninguno. No estaba dispuesta a ser “exclusiva” para ninguno de ellos, en aquella época la mujer en esas circunstancias pasaba a ser una especie de “propiedad”. Salomé no iba a dejarse “cortar las alas”.

Antes de irse los tres a Berlín, Lou y Nietzsche acudieron a la casa familiar del autor de “Así habló Zaratustra” a pasar unas semanas. Fue durante aquel tiempo cuando la hermana del filósofo alemán vio que las intenciones de Lou cruzaban las barreras morales de la época, nadie entendía el verdadero objetivo de Salomé. Quería desenvolverse intelectualmente y sexualmente con total libertad, y ninguno de esos hombres admitirían tales condiciones, sino todo lo contrario. No quería encerrarse en el matrimonio. Algo inaceptable en aquellos tiempos.

Rechazo a Nietzsche

La tormenta se desató cuando Nietzsche volvió a pedirle la mano. Ella volvió a negarse y cansada de esa situación se marchó. Tanto había impresionado Salomé al filósofo que le dejó desquiciado, incapaz de aceptar la ruptura. Tras ello, en sus escritos encontraremos referencias negativas hacia la mujer ¿es ésta la causa? Probablemente ayudó a ello, pero el contexto lo cierto es que hace común éste tipo de referencias en los autores de la época, pues todos somos hijos de nuestro tiempo, excepto Salomé, que parecía adelantarse.

Es curioso que Nietzsche fue rechazado por la fuerza de unas convicciones filosóficas que había introducido él, la voluntad de poder, el ansia de emancipación humana. Salomé había aplicado ésto a sí misma, con lo cual, el rechazo a Nietzsche parece haber sido el precio de la propia genialidad del alemán.

¿Y qué fue del otro filósofo de este trío amoroso? Rée permaneció más tiempo al lado de Lou. Pero pronto apareció en la vida de la intelectual el profesor de lingüística Carl Friedrich Andreas. Pese a su constante rechazo al matrimonio, también había rechazado a Reé, vio en el profesor al hombre perfecto para tener un matrimonio que no le excluyese de la sociedad pero que le permitiese ser libre. Sin embargo, de nuevo no fue posible.

Parecía que a medida que se encariñaban de Lou los hombres que aparecían en su vida ponían en peligro que se dedicara al cien por cien a su desarrollo intelectual. Por ello, Lou llegará a prometerse no amar a nadie y hasta entonces lo estaba cumpliendo. Su amor era la filosofía, con lo cual siguió estudiando y codeándose con importantes personajes, como Freud, estando especialmente interesada en psicoanálisis, pero caminando en solitario, para poder tener una vida similar a las que podían llevar los varones intelectuales de su tiempo.

La llegada del poeta, Maria Rilke

Su vida cambiará cuando apareció René (Rainer) Maria Rilke, un poeta quince años menor que ella y que derribó gran parte de su pensamiento. Ambos quedaron profundamente enamorados. ¿Qué les unía? El amor al saber, el aprendizaje mutuo. Al fin Salomé podía desenvolverse intelectualmente y compartir sus conocimientos y vida. Al fin el amor se hacía compatible con la ajetreada vida dedicada al saber. Todo debido a una admiración mutua y al recíproco enriquecimiento que surgía del conocimiento de dos mentes tan brillantes como tolerantes. Ella le enseñó a Lev Tolstói, a Aleksandr Pushkin y fue la musa de sus mejores poemas.

Aunque sólo se mantuvieron como amantes unos años, algunos aseguran que fue el primer hombre con el que mantuvo relaciones sexuales y con el que se entregó al completo, se cartearon hasta la muerte de Rilke. Se amaron durante toda la vida, pero volaron libres para poder dedicar su vida a aquello que les apasionaba…El saber

Borrada de la historia

Desgraciadamente, la sociedad no estaba preparada para una mujer como ella. Fueron numerosas las obras que escribió, el psicoanálisis, la igualdad de derechos, la defensa de la mujer, la literatura…Fueron analizadas brillantemente por ésta mujer, no dejando a nadie indiferente.

No obstante, es algo que sabemos gracias a los personajes que la rodearon y a los comentaristas de esta peculiar dama, ya que, el mundo no estaba preparado para una heroína como ésta. La mujer entonces no era sujeto de derechos, y ella, con su vida, había demostrado que era capaz de hacer lo mismo que los hombres de su tiempo, que no solo la admiraron, sino que quedaban rendidos a sus pies.

Salome fue descrita por Freud como “una mujer de peligrosa inteligencia”. Por ello, era considerada un personaje especialmente molesto, así que cuando murió, por un fallo renal, la Gestapo entró en su casa, cogió su obra y la quemó. Querían que la racionalidad de sus ideas sobre la independencia de la mujer y la sexualidad fuesen, sólo, una cortina de humo. El objetivo, borrarla de la historia. Algo que no pudieron, muestra de ello el merecido recuerdo que le hacemos aquí. Como filósofa y como mujer, debemos agradecerle a personas como ésta que abrieran el camino que hoy otras tantas transitamos.

Raquel Moreno Lizana.