Los caminos de Heidegger, de Hans-Georg Gadamer

La editorial Herder nos brinda un regalo a todos los amantes del saber y no es otra cosa que el libro del que vengo a hablarles hoy: Los caminos de Heidegger. Una obra que nos permite contemplar una imagen viva de uno de los filósofos más relevantes de la historia reciente. En estas páginas acudimos a los planteamientos más significativos de la obra de Heidegger de la mano de otro maestro de la disciplina filosófica, como lo es Hans-Georg Gadamer.

No es irrelevante el hecho de que el autor sea el señalado. Gadamer estudió filosofía y filología clásica en Breslavia, Marburgo y Friburgo, donde fue alumno de Heidegger, convirtiéndose en uno de sus más destacados discípulos.

El autor: Gadamer

Gadamer es, sin duda, uno de los filósofos más influyentes de la segunda mitad del siglo XX. Conocido como el impulsor de la filosofía hermenéutica contemporánea, este filósofo se caracterizó por su habilidad para incorporar dentro de una concepción propia y original una multiplicidad de motivos centrales de muchos de los principales representantes de la tradición filosófica occidental. Entre esas fuentes de inspiración juegan un papel preponderante, por un lado, la tradición de la dialéctica socrático-platónica y, por otro, el pensamiento de Heidegger, protagonista de este escrito.

El autor de Verdad y Método es un punto de referencia para todo amante del saber que intente comprender las vertientes actuales de la disciplina. No obstante, para acercarse a su figura, hay que remitir a dos vertientes del pensamiento filosófico, en muchos aspectos opuestas entre sí, que resultaron determinantes en la formación filosófica de Gadamer: por un lado, el pensamiento neokantiano de la Escuela de Marburgo, cuyos principales representantes fueron H. Cohen y P. Natorp, con su fuerte orientación hacia la lógica y la filosofía de la ciencia; por otro, la fenomenología de E. Husserl, tal como fue continuada, transformada y, en cierto sentido, radicalizada por M. Heidegger, el discípulo más brillante de Husserl, que no tardaría en convertirse en uno de los filósofos más importantes del siglo XX.

Gadamer y Heidegger

En principio, hablamos de un autor que se había formado inicialmente en el seno de la Escuela Neokantiana de Marburgo. Gadamer había alcanzado en 1922 el grado de doctor con un trabajo realizado bajo la dirección del propio Natorp. Pero lo cierto es que no tardó en buscar una aproximación a los dos grandes fenomenólogos de Friburgo, donde pasó el semestre de verano de 1923. Tras ese primer contacto pasaría a convertirse así en un discípulo cercano de Heidegger, el más joven de ambos, que, a los ojos de un círculo cada vez más amplio de seguidores, encarnaba por aquel entonces la esperanza de una genuina renovación de la filosofía académica alemana.

Quiso el destino que en el semestre de invierno del mismo año 1923 Heidegger en cuya casa de campo, en la Selva Negra, Gadamer acababa de permanecer un mes como huésped, hasta que fuera designado como Profesor Extraordinario en Marburgo, donde permaneció hasta 1928. Esto posibilitó una prolongada y estrecha interacción, tanto académica como personal, entre ambos, de la cual nace en gran medida la obra Los caminos de Heidegger, que hoy podemos leer gracias al buen hacer de la editorial Herder.

Dedsde el neokantismo a la fenomenología

Este tránsito, de la mano de Heidegger, desde el neokantismo a la fenomenología, fue un hecho decisivo en la biografía intelectual de Gadamer. Y es que, es a partir de la relación con Heidegger como Gadamer pudo encontrar, al cabo de un proceso largo de construcción de una identidad filosófica propia, su lugar de asentamiento en la segunda mitad del siglo XX.

Y es que, la fenomenología hermenéutica de Heidegger representaba una fuerte reacción contra las tendencias cientificistas y formalistas que habían determinado la dirección fundamental del neokantismo de la Escuela de Marburgo. Frente a lo que parecía ser un intento de reducir toda pretensión genuina de sentido y verdad al ámbito acotado del conocimiento científico, Heidegger intentaba, en cambio, recuperar en y desde la filosofía misma aquella dimensión básica de significación abierta originariamente, antes de toda posible mediación teórica y metódica, en el acceso inmediato al mundo de la vida. Y, con una personalidad propia, será esta misma senda la que nos presente Gadamer en obras inmortales como Verdad y Método.

Los caminos de Heidegger, la obra

Aunque describir el pensamiento y la importancia de estos autores es imposible en un artículo como este, basta lo señalado para comprender la importancia de esta obra. En ella veremos a ambos genios. El padre de la hermenéutica contemporánea nos habla de su fuente de inspiración, Heidegger, desde una cercanía privilegiada que nos ayuda a contemplar al filósofo alemán desde múltiples perspectivas y cuyo retrato permite enriquecer nuestro conocimiento de ambos autores.

Los caminos de Heidegger son en realidad una serie de estudios reunidos, en gran parte artículos y conferencias, que Gadamer escribió cuando ya tenía un punto de vista propio, un camino formado independiente al de su maestro que le permitió describir con perspectiva el camino del pensar del que es considerado uno de los filósofos más relevantes de los últimos años.

Creación de la obra

En cuanto al nacimiento de esta obra el propio Gadamer nos lo cuenta en las primeras páginas de la misma:

“Esta iniciativa comenzó cuando Heidegger me propuso escribir una introducción para la edición de su ensayo sobre la obra de arte, publicado por la editorial Reclam. (…) ni fue escrita en primer lugar por encargo, sino de una manera que me permitía reconocer en el camino de pensar de Heidegger mi propia pregunta tal como la había planteado poco antes en Verdad y Método. También en todos mis posteriores artículos sobre Heidegger pretendí hacer perceptible desde mis propios presupuestos y posibilidades la tarea de pensar que Heidegger se había planteado, y quise mostrar que especialmente aquel Heidegger que después de Ser y Tiempo experimentó su <<viraje>> (kehre), en realidad seguía por el camino que había tomado cuando se propuso remontar su interrogación al tiempo anterior a la metafísica y anticipar con su pensar un futuro desconocido”

Hans-Georg Gadamer . Los caminos de Heidegger. Editorial Herder.

De esta manera, Gadamer nos pone en contexto del origen de esta obra que, en principio es un conjunto de escritos pero, fue tomando forma propia hasta convertirse en un bello retrato de las ideas más relevantes del siglo XX y de la génesis de las mismas. Así, estamos ante un libro que es muchos más que una obra ocasional. En sus páginas Gadamer nos plantea variaciones sobre el pensamiento de Heidegger, dividido por diferentes partes, que son los distintos prismas que nos ayudan a hacernos una panorámica de la vida y obra de su maestro. De tal manea los conocemos mejor a ambos, al padre de la hermenéutica contemporánea y al que plantó la semilla de la misma en su aventajado discípulo.

¿Qué nos encontramos en la obra?

Como ya he dicho en líneas anteriores, este libro supone un retrato del pensamiento de Heidegger, del discurrir del alemán, y, con ello, de la deriva e influencia que ejercerá hasta nuestros días. De igual manera, con ello, nos acercamos a Gadamer, no ya como un alumno que admira a su maestro, sino como un filósofo con un pensamiento propio, forjado, capaz de mirar con perspectiva y mostrarnos la imagen resultante del que fuera su tutor. Todo, en un conjunto de escritos que gracias a su formato no se hace pesado al lector. Además, dichos escritos están divididos en cuatro secciones, lo cual permite una compresión gradual y optima de lo expuesto.

En la primera sección el lector asistirá a la situación que Heidegger se encontró y en la que entró en el círculo académico. Gadamer nos describe a su maestro, que con cada escrito, ordenado en orden cronológico, se nos presenta más humano y cercano, al tiempo que asistimos a como se forja su filosofía. En estas líneas acudiremos a su pregunta por el ser y la relación con la temporalidad, así como otras cuestiones fundamentales de su pensamiento como la intersubjetividad.

Un retrato del maestro

Esto, además, viene acompañado por unas descripciones del genio alemán que nos permiten desvelar parcialmente el enigma que a veces le envuelve. Más que un extraño Heidegger aparece como una mente inquieta que nos lanza la pregunta por nuestra propia existencia, haciéndonos a todos protagonistas de su discurso. Fragmentos como este son buena prueba de esta perspectiva cercana a este genio, que solo es posible a través de la pluma de Gadamer.

“Me acuerdo cómo lo conocí en la primavera de 1923. En Marburgo ya me había alcanzado el rumor general de que en Friburgo había surgido un joven genio, y las copias o resúmenes de la extravagante dicción peculiar del entonces asistente de Husserl iban de mano en mano. Fui a verlo en su locutorio en la Universidad de Friburgo. Justo cuando entré en el pasillo que llevaba a su despacho, vi que alguien salió de él, que fue acompañado hasta la puerta por un hombre bajito y moreno, y me quedé esperando pacientemente porque creí que otra persona estaba aún con Heidegger. Pero ese otro era Heidegger mismo. Era, ciertamente, alguien diferente a aquellos que hasta entonces había conocido como profesores de filosofía. Me parecía que más bien tenía aspecto de un ingeniero, de un experto técnico: escueto, cerrado, lleno de energía concentrada y sin la suave elegancia cultivada del homo literatus”

Hans-Georg Gadamer . Los caminos de Heidegger. Editorial Herder

Con descripciones como esta nos acercamos a un pensador tan enigmático como de necesaria lectura para los amantes del saber, pero en esta obra de una manera diferente. Heidegger, un chaman de las ideas que embelesaba con sus peculiares formas, aparece a nuestro lado. Humano, cercano, pasa de ser el maestro de Gadamer a ser el nuestro.

Del retrato a la filosofía

A partir de la cercanía que nace de las letras de Gadamer entramos poco a poco en la filosofía del alemán, haciendo un prisma que nos permite ver un mapa completo de la misma. Así, en la segunda parte de la obra el lector se enfrenta a la relación entre la ética y la filosofía en Heidegger, un asunto que ha generado numerosos debates de suma importancia y que Gadamer abordará especialmente a partir de la obra “Carta sobre el humanismo”.

De la misma manera, poco a poco profundiaremos más y en la tercera sección Gadamer nos hablará de la evolución del pensamiento de su maestro; hasta llegar a una cuarta y última parte de la obra en la que incluye siete ensayos que completan la totalidad de los trabajos que Hans-Georg Gadamer hace sobre el que fuera su maestro.

Como él mismo autor de esta obra indica en el prólogo, al tratarse de breves escritos, artículos, conferencias, etc, a veces los temas se cruzan y parecen solaparse. Pero para nada suena repetitivo en cuanto que el hermeneuta siempre nos muestra una cara más del prisma que supone la enorme obra de este autor. Con ello encontramos constantemente nuevos matices en cada texto que aseguran la reflexión sobre el ser y sobre nuestra propia existencia. Toda una aventura que invita a la lectura de “Los caminos de Heidegger” que en esta obra se abren para la mente inquieta que desee recorrerlos.

Raquel Moreno Lizana.