1984 de George Orwell

En esta reseña trato un libro de obligada lectura para los amantes de la reflexión. No es otra la obra que el libro que “1984”, una novela escrita por George Orwell entre 1947 y 1948 y publicada el 8 de junio de 1949.

A pesar de la aparente lejanía en el tiempo, aún es posible empatizar con el discurso de la misma. Por ello, leerla implica reflexionar sobre el mismo mundo en el que vivimos, a pesar de los años transcurridos desde que fuese escrita. Leer estas páginas todavía produce impacto por el hecho de que reconocemos los hechos que se presentan. ¿Cómo es esto posible? Por supuesto los motivos son muchos, pero claramente uno de ellos es la genialidad de su autor.

El autor: George Orwell

Escritor, ensayista y periodista inglés, George Orwell es uno de los autores más reconocidos del siglo XX. Sus obras son un verdadero alegato contra el totalitarismo en cualquiera de sus versiones. Y la potencia de su discurso fue tal que pasó a la historia de la literatura universal gracias  a la que esta dedicada esta reseña (1984) y a Rebelión en la Granja. Novelas que sin duda aún hoy todavía mantienen su fuerza original.

Nació en la India durante el periodo colonial británico. Pero creció en Inglaterra, donde se formó en St.Cyprian antes de terminar sus estudios en Eton, poco antes de volver a Birmania donde comenzó a trabajar de policía. Años después, harto de la situación imperial, volvió a tierras inglesas para escribir sus primeros textos sin apenas sustento económico.

Fue en París, a partir de 1928, cuando Orwell escribió su primera obra de renombre, Sin blanca en París y en Londres, hasta que su aventura sin apenas dinero le hizo volver a casa de su familia. A partir de este momento, pasa a trabajar como profesor. Sin embargo, no deja de escribir y comienza a  firmar con el seudónimo de George Orwell en lugar de con su nombre propio, Eric Blair.

El paso de los años y el duro contexto que le rodeaba condicionó poco a poco su pensamiento, y con ello fue naciendo el genio que conocemos hoy. La obra de Orwell a partir de 1936 se vuelve más social y con puntos en común con la izquierda europea. Sin duda su paso por la Guerra Civil Española, alistado en contra de las fuerzas rebeldes en las filas del sindicato troskista del POUM, marcó su visión del estalinismo como fuerza totalitaria. Tanto esta dura Guerra Civil como la Segunda Guerra Mundial, fueron un baño de realidad para él, y paradójicamente inspiraron unas obras de ficción pero cuyo mensaje sigue vigente. Sobre estos acontecimientos Orwell escribió artículos y ensayos para diarios y radio, como Tribune o la BBC.

Pero finalmente destacarán títulos como 1984 Rebelión en la granja,  sin olvidar tampoco Homenaje a CataluñaMi Guerra Civil Española, Diario de Guerra Subir a por aire. Todas ellas igualmente recomendables. 

La influencia de sus textos fue tal que el adjetivo «orwelliano» se utiliza frecuentemente en referencia al distópico universo totalitarista imaginado por el escritor inglés. ¿Tanta es la potencia de su obra? Atendamos a la elegida para esta reseña, “1984”. 

La historia: “1984”

La historia contenida en estas páginas pertenece al género de la ficción distópica. Pero incluso los que no sean amantes de este tipo de lectura podrán encontrar en ella elementos que posiblemente le enganchen a la misma. Téngase en cuenta a este respecto que en este género, y de la mano de un genio como es el autor que nos ocupa, se exploran las estructuras sociales y políticas. Y, particularmente, en el caso que se nos presenta, las reflexiones resultantes son en gran medida extensibles nuestro tiempo.

Literatura distópica

Este tipo de literatura distópica nace realmente en 1921, cuando el ingeniero ruso Yevgeni Zamiatin publica «Nosotros». En esta última el autor presenta a unos seres sin nombre que sufren bajo el yugo del poder absoluto. A partir de entonces, es común en la distopía que suponga imaginar un futuro carente de privacidad y libertades, en la que la ciencia y la tecnología sirven para que unas élites todopoderosas esclavicen a la humanidad. Será tras la publicación de «Nosotros» cuando el género segirá en marcha de la mano del genio que protagoniza este escrito y de otro grande como Huxley.

Estos últimos popularizarán este tipo de novela con los clásicos: «Un mundo feliz» de Aldous Huxley, y la referida en esta reseña «1984», de George Orwell. Aprovecho la ocasión para recomendar el trío a todos los amantes de la reflexión que hayan leído hasta este punto. Si embargo, continuemos con la elegida en esta ocasión.

Argumento

Acudiendo en concreto a la novela protagonista la trama se desarrolla en el año 1984, en un futuro Londres. En la novela esta zona geográfica es parte de una región que anteriormente fue llamada Inglaterra pero que en recibirá el nombre de “Franja Aérea 1”, perteneciente a su vez a la región de Oceanía.

La sociedad de Oceanía estará dividida en tres grupos. Los miembros “externos” del Partido Único, los miembros del Consejo dirigente y una masa de gente, a la que el Partido mantiene pobre y entretenida para que no puedan ni quieran rebelarse, los proles ¿Les suena?

Los miembros “externos” constituyen la burocracia del aparato estatal. Por ello la necesidad manifiesta en la novela de mantener una estricta vigilancia. Como resultado, los individuos viven sometidos a un control asfixiante y a una propaganda alienante que los desmoraliza y les impide pensar críticamente ¿Les suena esto quizá?

El personaje principal de la novela es Winston Smith, que trabaja en lo que en la novela recibe el nombre de el Ministerio de la Verdad, aunque siendo este un tanto paradójico. Su cometido es reescribir la historia, ironizando así el nombre del Ministerio referido. Tras años trabajando para el mismo, Winston Smith se va volviendo consciente de que los retoques de la historia en los que consiste su trabajo son solo una parte de la gran farsa en la que se basa su gobierno. Como resultado, nuestro protagonista descubre la falsedad intencionada de todas las informaciones procedentes del Partido Único ¿Sospechan este aspecto en algún sistema en la actualidad?

En su ansia de evadir la omnipresente vigilancia del Gran Hermano (que llega inclusive a todas las casas) encuentra el amor de una joven rebelde llamada Julia, también desengañada del sistema político. Ambos personajes encarnan así una resistencia de dos contra una sociedad que se vigila a sí misma ¿Se han imaginado en alguna ocasión haciendo el papel de este personaje? Si lo consigue o no es algo que se resuelve en la obra, con lo cual lo mejor para ello es acudir a la misma, pues Orwell lo cuenta mucho mejor que esta que escribe.

¿Por qué leer “1984”?

Leer “1984”, una aparente fábula que supone realmente un brillante análisis sobre el totalitarismo, todavía produce impacto. Muy posiblemente porque reconocemos lo que describe.

En ella es común encontrar el doble pensamiento, mantener dos ideas contradictorias al mismo tiempo; La Policía del Pensamiento; el Ministerio del Amor, que se ocupa del dolor, la desesperación y aniquila a todo disidente; el Ministerio de la Paz que desata la guerra; las máquinas dedicadas a escribir novelas que producen pornografía con la que sobornar a las masas. Con estos elementos llenos de ironía Orwell nos abrió los ojos para permitirnos divisar cómo funcionan los regímenes totalitarios, de los que él mismo fue testigo. De esta forma, en primera instancia, su obra supone una crítica al mundo que le rodeaba, pero también un aviso al que estaba por llegar, que no es otro que el nuestro.

Cierto es que ya no vivimos en los tiempos de este maravilloso autor. Pero también lo es que podemos hacer una lectura diferente de “1984”, utilizando la obra para medir hasta qué punto nosotros, nuestras naciones y el mundo nos hemos situado en la senda que describió el escritor británico.

¿Profético? Posiblemente, de ahí la necesidad de sacarlo de la sección de ciencia ficción  y leerlo con una mirada crítica aplicada a nuestra propia realidad. Estas páginas tienen el peligro de hacernos conscientes de si vivimos en una distopía similar, y a partir de ello posibilitar salir de la misma…Aunque posiblemente, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia…¿o no?

Raquel Moreno Lizana.